Tal vez sea un temerario, un hombre de principios, un traidor o un héroe del siglo XXI, lo cierto es que ha conseguido que algunos poderosos corruptos y avariciosos se hayan puesto nerviosos -lo justo para que se les indigeste un poco el "desayuno con diamantes"-.
¿En qué momento un informático con un buen sueldo y una vida acomodada decide dar un paso que lo convierte en un objetivo para el punto de mira de personas muy peligrosas?
No debe de ser fácil sentirse en la cuerda floja y odiado por narcotraficantes, mafiosos y millonarios que se creían decentes "suizos" de adopción.
La bucólica y civilizada Suiza esconde bajo la alfombra tanta porquería que es irresistible cambiar su diptongo a "Sucia". Lo que es un modelo de democracia y de estado del bienestar para sus habitantes se revela como un lugar en el que se esconden todas las miserias humanas.
En una entrevista reciente, Falciani aseguraba que con todo lo que han evadido las grandes fortunas españolas ( en su mayoría personas que hacían gala de un elevado sentimiento patriótico) se podría pagar la deuda externa del país, por lo que no se habría tenido que desmantelar el estado del bienestar que se había conseguido hasta el momento.
Ahora pienso en todo el sufrimiento de tantas personas que en la única lista en la que aparecen es en la del paro, en tantas familias desahuciadas, en los que han dejado atrás lo que quieren para emigrar en busca de nuevas oportunidades, en los que han llegado al suicidio por no poder combatir la crueldad de esta crisis orquestada para enriquecer, perdón por la redundancia, a los ricos, en fin, ¿en serio alguien duda de que lo que ocurre puede ser denominado "terrorismo económico" sin temor a exagerar?
¿Por qué no existirán más "Falcianis" que combatan desde sus naves espaciales a la superpoderosa Estrella de la Muerte ?
¡Que la fuerza te acompañe!