martes, 22 de mayo de 2012

¡Hemos llegado a las puertas de MORDOR!

A quien no escucha:
El estruendo es cada vez más fuerte. Es el grito de los que no nos conformamos con la injusticia. De los que queremos que esos delincuentes con corbata y sonrisa displicente paguen con la cárcel sus delitos, sus estafas millonarias que sumen a las personas en la desesperación y en la miseria.
Desde este pequeño foro me sumo a la iniciativa de lucha contra la Banca, contra el poder de Mordor, que amenaza con estrangular todos los derechos y todos los sueños que la humanidad ha ido conquistando con el sacrificio y la lucha de muchas personas que creyeron en la igualdad y en la justicia para todos. Y digo para TODOS. Aprendamos de países como Islandia y digamos BASTA.
¡No dejemos que nos amordacen!
Mordor y sus secuaces cometieron un error: hace años que dejaron que los pobres accediéramos a la cultura, permitieron la escolarización gratuita y crearon hobbits preparados para luchar por sus derechos y por su dignidad. Ahora quieren rectificar y regresar a aquellos tiempos en los que sólo podían estudiar los que tenían dinero.
Ya lo decía Carmen, el personaje principal de la novela de Delibes Cinco horas con Mario:
"...hay vocaciones para pobres y vocaciones para gente bien, cada uno en su clase, creo yo, que a este paso, a la vuelta de un par de años, el mundo al revés, los pobres de ingenieros y la gente pudiente arreglando los plomos de la luz, fíjate qué gracia."
Y fue en los años sesenta del pasado siglo...Desde entonces ha llovido mucho y han germinado muchas semillas plantadas, y ahora vienen unos jardineros  de alta cuna y quieren podar las plantas, recortarnos las ramas e impedir que crezcamos, no se lo vamos a poner fácil, aunque nos roben descaradamente los frutos de nuestro esfuerzo.
En un día como hoy, también quiero rendir homenaje a todos aquellos que permitieron que una chica de clase humilde como yo tuviera acceso a la cultura gracias a la escuela pública:
¡Que no nos quiten el derecho a aprender!

lunes, 14 de mayo de 2012

Ghandi nos sonríe...

Ghandi nos sonríe y nos saluda desde el paraíso de los que jamás se rindieron porque sabían que su lucha era justa y necesaria.

Es importante que no nos pueda la impaciencia ni el desaliento; igual que en las grandes epopeyas, los héroes no se dejan abatir por las penalidades ni por los que dudan de su valía.

Una destacable diferencia es que en las plazas no se baten contra un contendiente de carne y hueso ni el trofeo es la mano de la princesa. Aquí  el enemigo tiene un millón de ojos y poco corazón, pero una fuerza que sólo puede menguar con la unión de un millón de manos que saluden y sonrían, con la fortaleza de los que saben que no les queda otra que buscar una salida digna para esta trampa donde nos han metido.

Somos demasiados para que puedan con nosotros y ayer lo demostramos.
¡Nos vemos en las nuevas ágoras del pueblo!