lunes, 9 de abril de 2012

¿"El árbol de la ciencia" es de hoja caduca?

Hace más de veinte años que leí El árbol de la ciencia de Baroja; pensé que había encontrado una terrible verdad que marcaría mi existencia y, sin duda, fue una de las  razones que me condujeron a sumergirme en la literatura con toda la pasión de una joven que busca respuestas a sus preguntas.
Por cuestiones laborales -entra en la selectividad de mis alumnos- he tenido que releerlo y, curiosamente, el impacto ha sido semejante al que experimenté en mi incipiente juventud.
Si se afirma que un clásico sigue conservando en gran medida cierta vigencia que lo convierte en intemporal, podríamos decir que, por desgracia, el mensaje implícito que Baroja dejó entre estas páginas, allá por el 1911, se podría aplicar a nuestro presente sin temor a quedarnos cortos: "En Alcolea, casi todos los ricos defraudaban a la Hacienda, y no se les tenía por ladrones".
Después de cien años, y cuando ya pensábamos que España había dejado atrás el caciquismo para intentar que los derechos humanos más básicos (educación, sanidad, igualdad,...) fueran asentándose en una tierra rica para unos y yerma para la mayoría, de nuevo Baroja denuncia y nos da voz a muchos, a los hombres y mujeres que, en el 2012, vemos lo mismo que vieron sus ojos.
Tan solo un ejemplo más: uno de los personajes secundarios, "Fermín Ibarra", es un ingeniero talentoso que debe emigrar de España porque no encuentra apoyos para desarrollar sus inventos por la falta de inversión en ciencia que encuentra en nuestro país ¿os suena?
Siempre se ha tildado a Pío Baroja de pesimista y el caso es que, si resucitara ahora, seguiría con su mismo talante, porque es triste ver como una sociedad vuelve hacia atrás destruyendo lo que muchas personas, con su lucha y sacrificios, habían conseguido mejorar.
Para terminar, ahí va una última cita donde se intenta explicar el inmovilismo de la gente pobre ante los abusos de los poderosos: "Andrés creía ver...la evolución progresiva de la gente rica, que iba hermoseándose, fortificándose, convirtiéndose en casta; mientras el pueblo evolucionaba a la inversa, debilitándose, degenerando cada vez más. (...) La casta burguesa se iba preparando para someter a la casta pobre y hacerla su esclava."

3 comentarios:

  1. Gracias, Mayte, por aportar tu ciencia y sabiduría. Un placer leer tus reflexiones.

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  2. ¡Gracias, Elisa, por estar siempre ahí y dejarme tus palabras de apoyo!

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