martes, 12 de octubre de 2010

Mi viejo equipo de música


Decir adiós siempre es difícil. El sentimiento del apego es algo muy común y tan corriente como el del rechazo, aunque al primero casi siempre lo identificamos con algo positivo. Sin embargo, a menudo este sentimiento nos paraliza y nos ancla en el pasado impidiéndonos avanzar. Todos necesitamos sentirnos parte de algo y rodearnos de lo nuestro, creemos que sin raíces no podemos crecer, pero no somos árboles y el movimiento de la vida nos lleva por nuevas tierras donde nuestro equipaje vital puede llegar a convertirse en un lastre difícil de cargar. Y es entonces cuando hay que desprenderse.

Desde pequeña me costó separarme de lo mío, podía tratarse de un amigo que se cambiaba de colegio, de una mascota que se había muerto o de un juguete viejo. Me encariño muy rápido con todo, incluso con los objetos: aún me pongo triste recordando el día en que nos cambiamos de coche y me sentía una traidora porque el "Seat Ibiza" viejo nos conducía al concesionario donde esperaba su flamante sustituto. Otra vez, con doce años lloré desconsoladamente cuando se me voló un abanico por la ventanilla de un coche -aún más viejo que el Ibiza- y cuando mi madre me preguntaba por qué lloraba sólo supe responder que era porque le estaba agradecida por lo que me había ayudado a soportar el calor del viaje...

En fin, ya sé que parece enfermizo pero, en la actualidad y después de combatir esta especie de síndrome de Diógenes, puedo manifestar que de vez en cuando -muy de vez en cuando- me da por hacer limpieza de cosas que se han convertido en trastos inútiles y, hoy, le ha tocado a mi vieja cadena de música. La compré a principios de los noventa con mucho esfuerzo, ahorrando con mis primeros y escasos sueldos,peseta a peseta, hasta las 50.000 que costaba. Mañana me acercaré a un punto de reciclaje y le diré adiós: adiós a aquella ilusión que tuve cuando conseguí oír mi música en mi habitación sin las críticas de la familia, cuando podía grabar canciones de la radio y crear cassetes de música variada para las fiestas, cuando...¡Bueno, ya basta! ¡Que comenzaré otra vez a ponerme nostágica y, a lo mejor, me arrepiento! No, mañana le diré adiós agradeciéndole todos esos buenos momentos y la dejaré marchar para que descanse en paz : R.I.P.

5 comentarios:

  1. Ay, Maite, me has traído recuerdos de mi primer radiocassette estéreo que me compré en Andorra a principios de los 80 con cassettes tipo "Vendaval" o los "Max Mix" marca Sanyo. Qué disgusto cuando lo tiré. Te entiendo, hija mía. Ya nos tomaremos una copa para celebrar aquellas épocas de modernidades en estéreo y cintas grabadas.

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  2. Supongo que nos toca la fibra porque los dos somos muy "musicales"...

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  3. Mayte..........a mí me pasa exactamente lo mismo que a tí y tengo en casa multitud de objetos inútiles que me resisto a tirar con el gran disgusto de Aurora y del Siscu que lo intentan a veces, como también soy un gran aficionado a la música (de todas clases), por eso soy seguidor de la Urraca de Zamora, voy a referirme solamente a esos objrtos aunque tengo el altillo repleto de cosas inútiles (o no) como dos baffles de tres vías que construí yo mismo con csjas de champán y cartones de las cajas de huevos, sonaban de maravilla, igual que los ROTEL que tengo ahora, regalo de mi primo Alfonso que sustituyó los que tenía, es una gozada ver que álguien pueda aprovechar las cosas que vas cambiando, tengo en el mueble del comedor mas de doscientos "vinilos" incluido el primero que me compré en 1954 en el Club del Disco en la calle Pelayo (Diana de Paul Anka), a veces todavía puedo escucharlos con el tocadiscos de cápsula magnética de mi cadena, lo que si he perdido son los dos primeros con cápsula cerámica DUAL y otro, tengo como objetos decorativos dos aparatos de radio a válvulas incluido el que había en Madrid en casa de mi suegra y que oía cuando todavía era novio de mi de mi amada Aurora (+) 1955.
    Espero no haber sido completamente insoportable con mi rollo patatero pero es lo que hay...ah! ! no dejo de leer tu blog y quedo en estado catatónico cuando veo la forma que tienes de decir las cosas, no se puede negar que eres de letras. ABUR

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  4. Acabo de llegar del "Punt verd" y la chica del reciclaje se ha sonreído al verme despedir a mi primer equipo de música ¡casi lloro! SIN COMENTARIOS...

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  5. Jo! Me acuerdo del equipo perfectamente!!
    Pero es ley de vida: los metros cuadrados cuestan muchísimo dinero y no se pueden ocupar con trastos, por muchos buenos ratos que nos hayan hecho pasar...
    Yo estoy calibrando desprenderme de todos los casetes y vinilos, así como de las cintas de video... Y me sabe mal, pero es lo que hay!
    Un abrazo, wapa!

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