...me enseñó que mi destino era rodar y rodar..."
Llevo mucho tiempo encontrando piedras en mi camino. La rodilla derecha me empieza a fallar de tanto saltarlas porque no siempre puede uno esquivarlas.
La intemporalidad de la música me ha llevado a identificar mi pasado reciente y mi presente con esta ranchera que, afortunadamente, termina con ese grito de fuerza y de dignidad: "...pero sigo siendo el rey". Y, aunque soy republicana de cuna y "no tengo trono ni reina, ni nadie que me comprenda", me adhiero a esa afirmación monárquica mientras siga encontrando piedras y más piedras en mi camino. La última, por cierto, la tengo dentro, concretamente en mi riñón y su expulsión está resultando muy dolorosa.
Sin embargo, como dijo aquel arriero "no hay que llegar primero, pero hay que saber llegar".
¡Viva la sabiduría popular!
Que pases buenas fiestas, Mayte. Esta canción era la favorita de mi abuela, que era una mujer avanzada a su época. Viuda con seis hijos pequeños tuvo que buscarse la vida y tenía muy claro que con dinero y sin dinero hacía lo que quería y que era una reina y se sentía ligera y libre. Pues cogiendo el hilo del inicio, te deseo que 2014 sea un buen año y que se solucionen tus cosas. Besos
ResponderEliminar¡Igualmente, guapa!
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