sábado, 20 de marzo de 2010

El "inamigo"


En castellano el antónimo de amigo es enemigo, pero estas dos palabras no recogen exactamente todos los matices que en la vida uno aprecia sobre el verdadero sentido de la amistad.

A veces pienso que hay tantos tipos de amigos como personas existen, por este motivo siempre añadimos complementos: amigos de juerga, amigos íntimos, amigos del trabajo, amigos para viajar, amigos de la infancia, amigos del "insti" o de la "uni",... Aunque, sin temor a equivocarme, la expresión al respecto que más utilizamos es la rotunda "amigo de verdad" con la que se nos llena la boca en determinadas situaciones y de la que renegamos algunas veces en las que esta "verdad" se convierte en una estafa.

No obstante, no entiendo por qué un amigo debe convertirse en enemigo el resto de nuestras vidas, con las connotaciones negativas que tiene este concepto: rencor, odio, malos recuerdos,... Además, algunos no nos podemos permitir experimentar este tipo de sensaciones tan destructivas -yo, personalmente, siempre somatizo los malos rollos y se me transtorna el cuerpo más de la cuenta, de modo que el odio me va mal para la salud- e infructuosas porque ¿qué se gana con darle vueltas y vueltas a lo que te hizo esa persona que bajó de tu vagón vital bien porque no quiso seguir siendo tu compañero de viaje, bien porque lo invitaste a apearse tú mismo? La respuesta es sencilla: NADA, porque tras el natural desahogo, uno recurre al consuelo de que menos mal que aún me quedan amigos de verdad...y todo vuelve a empezar.

En el cibermundo se utiliza mucho un palabro inglés,"unfriend", que podría describir algo mejor a ese amigo al que decides apartar porque no te apetece seguir relacionándote con él por determinados motivos , y no por eso pasa a ser tu enemigo en la batalla de la vida. Tal vez en español iría bien incorporar un término semejante, por ejemplo "inamigo" que no tiene la acritud de enemigo y , por otra parte, se aproxima más a la idea que necesitamos expresar.

¡Buen viaje, inamigos!

5 comentarios:

  1. Hola Mayte, cuánto tiempo
    sin verte! Hasta otra!

    ResponderEliminar
  2. Hola Mayte,todos hemos sufrido las decepciones en algún momento de nuestras vidas,el que creíamos amigo no estuvo a la altura de las circunstancias,pero no por ello lo consideramos enemigo.Es cuando se pasan situaciones graves que acabas poniendo etiquetas a los que creías amigos,y tú y yo sabemos de lo que hablamos.Y sugiero que todos analicemos cuanto amigos de "verdad" tenemos,nos sobran dedos de una mano.Besos Loli

    ResponderEliminar
  3. Del mismo modo que tú defines a los "inamigos"(felicidades por el nombre!), hace poco leí en un libro de Albert Espinosa la definición de "amarillos": personas que han pasado por tu vida y que, aunque no son amigos "senso estricto" porque no los llamas ni los ves durante mucho tiempo, sabes que de un modo u otro siempre están ahí y que te ayudarían ante cualquier problema si se lo pidieras. Creo que también es una buena definición de otro tipo de personas entre las muchas que pasan por nuestra vida. Amigos de verdad tengo poquísimos... pero amarillos, sí que tengo bastantes! Y eso me alegra. Besitos!

    ResponderEliminar
  4. El amarillo es mi color favorito y me gusta este apelativo para este tipo de amistades, pero el inamigo es el que ya no ejerce, ni siquiera en la distancia; estuvo a tu lado durante un tiempo determinado pero ya no comparte tu viaje vital, bien porque las circunstancias lo apearon en alguna estación de la vida, bien porque fuiste tú quien decidió que no lo quería de compañero.
    Tengo la suerte de compartir esta aventura de la vida con buenos amigos y en su mayoría me acompañan desde hace muchos años; afortunadamente son menos los que no siguen a mi lado, incluso a pesar de los malos momentos.
    Un beso para las dos.

    ResponderEliminar
  5. Mayte, amí también puedes considerarme como amigo, pues te conozco de pequeñita y siempre has estado ahí, para lo bueno y para lo malo, cuenta conmigo, por cierto...........el funicular que muestras es de Lisboa ¿verdad?

    ResponderEliminar